RESEÑA HISTÓRICA

Los Archivos en la Colonia

En las venas de una nación corre la tinta de su historia, y en el corazón de Venezuela late el Archivo General de la Nación (AGN), guardián celoso de la memoria colectiva. Su historia se remonta a la época colonial, cuando la documentación oficial navegaba hacia el Consejo de Indias en Sevilla, dejando en tierra firme solo ecos de un pasado en ciernes.

Con el paso del tiempo, Venezuela se liberó del yugo colonial y forjó su propio destino. En 1836, el naciente país dio un paso crucial hacia la preservación de su memoria: la creación del Registro Público. Este hito marcó el alba del Archivo Nacional, donde se resguardaron los documentos históricos que antes dormitaban en las escribanías.

Orígenes del Archivo General de la Nación

El 27 de enero de 1877 bajo el mandato del presidente Antonio Guzmán Blanco, se crea la figura del Archivero Nacional del Registro Público, recayendo en Manuel Gómez quien venía ordenando los archivos Ad Honorem desde 1874. Esta entidad dependía del Registrador Principal de Caracas y continuaría bajo su jerarquía hasta la promulgación de la Ley de Archivos Nacionales de 1945.

 

La pujante capital, Caracas, recibió en 1911 un nuevo inquilino: el majestuoso edificio del Archivo Nacional y Registro Público, obra maestra de Alejandro Chataing y Luis Briceño Arismendi, diseñado para albergar los preciados legajos con la vanguardia tecnológica de la época. Cabe destacar que este fue el primer edificio construido con concreto armado en Venezuela.

 

El siglo XX trajo consigo nuevos desafíos y transformaciones. En 1980, se inició la construcción del Foro Libertador, un complejo arquitectónico que albergaría tanto al Archivo General de la Nación como a la Biblioteca Nacional. Décadas más tarde, en 2007, el AGN experimentó un cambio trascendental al ser transferido al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, un reconocimiento a su invaluable valor patrimonial.

 

Finalmente, entre 2008 y 2009, el patrimonio documental del AGN encontró un nuevo hogar en el Foro Libertador. La mudanza marcó el inicio de una nueva era para la institución, caracterizada por la modernización de sus servicios y la puesta en valor de su acervo documental.

 

Hoy en día, el Archivo General de la Nación se erige como faro de la memoria venezolana. Sus puertas se abren a investigadores, estudiantes y ciudadanos ávidos de conocer el pasado que ha dado forma a su nación. Entre sus paredes, se respira la historia, se susurran las voces de antaño y se construye el futuro de un país que atesora su memoria con inquebrantable pasión.